Inicio - VIS Vaticano - Recibir VIS - Contáctenos - Calendario VIS

El 'Vatican Information Service' (VIS) es un boletín informativo de la Oficina de Prensa Santa Sede. Transmite diariamente información sobre la actividad magisterial y pastoral del Santo Padre y de la Curia Romana... []

últimas 5 noticias

VISnews en Twitter Ver en YouTube

lunes, 2 de enero de 2012

EL PAPA A LAS FAMILIAS: FORTALECED LA FE EN VUESTROS HOGARES


CIUDAD DEL VATICANO, 30 DIC 2011 (VIS).-El Santo Padre envió un mensaje al cardenal Antonio M. Rouco Varela, arzobispo de Madrid (España) con motivo de la fiesta de la Sagrada Familia. Dicho mensaje, fechado el 27 de diciembre, fue leído el día 30 al inicio de la Misa de las Familias, celebrada en la madrileña plaza de Colón y presidida por el cardenal Rouco Varela.

  El Papa escribe: (...) “Invito a todos a considerar esta celebración como continuación de la Navidad: Jesús se hizo hombre para traer al mundo la bondad y el amor de Dios; y lo hizo allí donde el ser humano está más dispuesto a desear lo mejor para el otro, a desvivirse por él, y a anteponer el amor por encima de cualquier otro interés y pretensión. Así, vino a una familia de corazón sencillo, nada presuntuoso, henchido de ese afecto que vale más que cualquier otra cosa. (...) Aquella familia, por decirlo así, es la puerta de ingreso en la tierra del Salvador de la humanidad, el cual, al mismo tiempo, da a la vida de amor y comunión hogareña la grandeza de ser un reflejo privilegiado del misterio trinitario de Dios”.

  “Esta grandeza es también una espléndida vocación y un cometido decisivo para la familia (...) Os animo (...) a ser conscientes de que tenéis a Dios a vuestro lado, y a invocarlo siempre para recibir de Él la ayuda necesaria para superar vuestras dificultades, una ayuda cierta, fundada en la gracia del sacramento del matrimonio. Dejaos guiar por la Iglesia, a la que Cristo ha encomendado la misión de propagar la buena noticia de la salvación a través de los siglos, sin ceder a tantas fuerzas mundanas que amenazan el gran tesoro de la familia, que debéis custodiar cada día”.

  (...) “(En) la familia se aprende a convivir, se transmite la fe, se afianzan los valores y se va encauzando la libertad, para lograr que un día los hijos tengan plena conciencia de la propia vocación y dignidad, y de la de los demás. El calor del hogar, el ejemplo doméstico, es capaz de enseñar muchas más cosas de las que pueden decir las palabras. Esta dimensión educativa de la familia puede recibir un aliento especial en el Año de la Fe, que comenzará dentro de unos meses. Con este motivo, os invito a revitalizar la fe en vuestras casas y tomar mayor conciencia del Credo que profesamos”.

  (...) “Pido a Dios (...) que (los jóvenes) no dejen de darle gracias por el don de la familia, que sean agradecidos también con sus padres, y que se comprometan a defender y hacer brillar la auténtica dignidad de esta institución primaria para la sociedad y tan vital para la Iglesia”.
MESS/                                                                VIS 20120102 (460)

‘TE DEUM’: CONFIEMOS A DIOS LAS TRAGEDIAS Y ESPERANZAS DEL MUNDO


CIUDAD DEL VATICANO, 31 DICIEMBRE 2011 (VIS).-El Santo Padre presidió el sábado a las 17.00, en la Basílica Vaticana, las primeras Vísperas de la Solemnidad de Santa María Madre de Dios. Siguieron la exposición del Santísimo Sacramento, el canto del tradicional himno ‘Te Deum’ en acción de gracias por la conclusión del año civil, y la bendición eucarística.

  Ofrecemos a continuación algunos fragmentos de la homilía pronunciada por Benedicto XVI en el transcurso de la celebración:

  (...) “Otro año llega a su término, mientras que, con la inquietud, los deseos y las esperanzas de siempre, aguardamos uno nuevo. Si pensamos en la experiencia de la vida, nos deja asombrados lo breve y fugaz que es en el fondo. Por eso, muchas veces nos asalta la pregunta: (...) ¿qué sentido damos a los días de fatiga y dolor? Esta es una pregunta que atraviesa (...), el corazón de cada generación y de cada ser humano. Pero hay una respuesta a este interrogante: se encuentra escrita en el rostro de un Niño que hace dos mil años nació en Belén y que hoy es el Viviente, resucitado para siempre de la muerte. En el tejido de la humanidad, desgarrado por tantas injusticias, maldades y violencias, irrumpe de manera sorprendente la novedad gozosa y liberadora de Cristo Salvador, que en el misterio de su encarnación y nacimiento nos permite contemplar la bondad y ternura de Dios”. (...)

  “Desde el día en que nació el Señor, la plenitud del tiempo ha llegado a nosotros. Así pues, no hay lugar para la angustia frente al tiempo que pasa y no vuelve; ahora es el momento de confiar infinitamente en Dios, de quien nos sabemos amados (...). Desde que el Salvador descendió del cielo, el hombre ya no es esclavo de un tiempo que avanza sin un porqué, o que está marcado por la fatiga, la tristeza y el dolor. El hombre es hijo de un Dios que ha entrado en el tiempo para rescatar el tiempo de la falta de sentido o de la negatividad, y que ha rescatado a toda la humanidad, dándole como nueva perspectiva de vida el amor, que es eterno”.

  “La Iglesia vive y profesa esta verdad y quiere proclamarla en la actualidad con renovado vigor espiritual. (...) Los discípulos de Cristo están llamados a reavivar en sí mismos y en los demás la nostalgia de Dios y la alegría de vivirlo y testimoniarlo. (...) Hay que dar el primado a la verdad, acreditar la alianza entre fe y razón como las dos alas con las que el espíritu humano se eleva a la contemplación de la Verdad; hacer fecundo el diálogo entre cristianismo y cultura moderna;  descubrir de nuevo la belleza y actualidad de la fe (...) como orientación constante, (...) que lleva a la unidad profunda de la persona haciéndola justa, laboriosa, benéfica, buena. Se trata de reavivar una fe que instaure un nuevo humanismo capaz de generar cultura y compromiso social”.
 
  (...) “El corazón de la misión de la Iglesia es anunciar la fe en el Verbo que se ha hecho carne, y toda la comunidad eclesial debe descubrir con renovado ardor misionero esta tarea imprescindible. Las jóvenes generaciones, que acusan más la desorientación agravada por la crisis actual, no solo económica sino también de valores, tienen necesidad sobre todo de reconocer a Jesucristo como ‘la clave, el centro y el fin de toda la historia humana’”.

  (...) “Desde el momento en que Dios envió a su Hijo unigénito para que obtuviésemos la filiación adoptiva, no hay tarea más importante para nosotros que la de estar totalmente al servicio del proyecto divino”. (...)

  “’Te Deum laudamus!’. A ti, oh Dios, te alabamos. La Iglesia nos sugiere terminar el año dirigiendo al Señor nuestro agradecimiento por todos sus beneficios. Nuestra última hora, la última hora del tiempo y de la historia, termina en Dios. Olvidar este final de nuestra vida significaría caer en el vacío, vivir sin sentido. Por eso la Iglesia pone en nuestros labios el antiguo himno ‘Te Deum’. Es un himno repleto de la sabiduría de tantas generaciones cristianas, que sienten la necesidad de elevar sus corazones, conscientes de que todos estamos en las manos misericordiosas del Señor”.

  (...) “Con el alma llena de gratitud nos disponemos a cruzar el umbral del 2012, recordando que el Señor vela sobre nosotros y nos cuida. Esta tarde queremos confiarle a él el mundo entero. Ponemos en sus manos las tragedias de nuestro mundo y le ofrecemos también las esperanzas de un futuro mejor”.
HML/                                      VIS 20120102 (760)

BENEDICTO XVI: URGE EDUCAR A LOS JOVENES EN JUSTICIA Y PAZ


CIUDAD DEL VATICANO, 1 ENERO 2012 (VIS).-Este domingo, solemnidad de Santa María Madre de Dios y octava de Navidad, el Santo Padre presidió la Misa en la Basílica Vaticana. Concelebraron los cardenales Tarcisio Bertone y Peter Kodwo Appiah Turkson, respectivamente secretario de Estado y presidente del Pontificio Consejo Justicia y Paz; los arzobispos Giovanni Angelo Becciu -sustituto de la Secretaría de Estado-, Dominique Mamberti -secretario para las Relaciones con los Estados- y Pier Luigi Celata –secretario del Pontificio Consejo para el Diálogo Interreligioso-; además del obispo Mario Toso, S.D.B, secretario del Pontificio Consejo Justicia y Paz. Hoy también se celebra la XLV Jornada Mundial de la Paz, centrada en el tema “Educar a los jóvenes en la justicia y la paz”.

  Ofrecemos a continuación extractos de la homilía pronunciada por el Papa Benedicto XVI: 

  “En el primer día del año, la liturgia hace resonar en toda la Iglesia extendida por el mundo la antigua bendición sacerdotal que hemos escuchado en la primera lectura: ‘El Señor te bendiga y te proteja, ilumine su rostro sobre ti y te conceda su favor. El Señor se fije en ti y te conceda la paz’. (…) En efecto, para ser bendecidos hay que estar en presencia de Dios, recibir sobre sí su Nombre y permanecer (…) en el espacio iluminado por su mirada, que difunde gracia y paz”.

  (…) “Los pastores de Belén (…) han vivido la experiencia de encontrarse en la presencia de Dios, de su bendición (…) en un establo, delante de un ‘Niño acostado en un pesebre’. Ese Niño, precisamente, irradia una luz nueva que resplandece en la oscuridad de la noche (…). Ahora la bendición viene de Él: de su nombre, Jesús, que significa ‘Dios salva’, y de su rostro humano, en el que Dios, el Omnipotente Señor del cielo y de la tierra, ha querido encarnarse, esconder su gloria bajo el velo de nuestra carne, para revelarnos plenamente su bondad”.

  “La primera en ser colmada de esta bendición fue María, la virgen. (…)Toda su vida está bajo la luz del Señor, en el radio de acción del nombre y el rostro de Dios encarnado en Jesús, el ‘fruto bendito de su vientre’. (…) El misterio de su maternidad divina, que celebramos hoy, contiene de manera sobreabundante aquel don de gracia que toda maternidad humana lleva consigo. (…)  Madre de Dios es la primera bendecida y es aquélla que lleva la bendición; es la mujer que ha acogido en sí a Jesús y lo ha dado a luz para toda la familia humana”. (…)

  “María es madre y modelo de la Iglesia (…). También la Iglesia participa en el misterio de la maternidad divina mediante la predicación, que esparce por el mundo la semilla del Evangelio, y mediante los sacramentos, que comunican a los hombres la gracia y la vida divina. (…) Como María, la Iglesia es mediadora de la bendición de Dios para el mundo: la recibe acogiendo a Jesús y la transmite llevando a Jesús. Él es la misericordia y la paz que el mundo no se puede dar a sí mismo y que es tan necesaria como, o más, que el pan”.

Jesucristo, camino de paz

  (…) “La Iglesia, en el primer día del año, invoca de modo especial este bien supremo, y, como la Virgen María, lo hace mostrando a todos a Jesús, ya que, como afirma el apóstol Pablo, ‘Él es nuestra paz’, y al mismo tiempo es el ‘camino’ por el que los hombres y los pueblos pueden alcanzar esta meta, a la que todos aspiramos”. (…)

  “Educar a los jóvenes en la justicia y la paz es la tarea que atañe a cada generación y, gracias a Dios, la familia humana, después de las tragedias de las dos grandes guerras mundiales, es cada vez más consciente de ello, como lo demuestran, por una parte declaraciones e iniciativas internacionales y, por otra, la consolidación en los últimos decenios entre los mismos jóvenes de muchas y diferentes formas de compromiso social en este campo. Para la Comunidad eclesial, educar para la paz forma parte de la misión que ha recibido de Cristo, de la evangelización, porque el Evangelio de Cristo es también el Evangelio de la justicia y la paz”. (…)

  “Frente a las sombras que hoy oscurecen el horizonte del mundo, asumir la responsabilidad de educar a los jóvenes en el conocimiento de la verdad y en los valores fundamentales, significa mirar al futuro con esperanza. En este compromiso por una educación integral, entra también la formación para la justicia y la paz. Los muchachos y las muchachas actuales crecen en un mundo que se ha hecho, por decirlo así, más pequeño, en donde los contactos entre las diferentes culturas y tradiciones son constantes, aunque no siempre dirigidos. Para ellos es hoy más que nunca indispensable aprender el valor y el método de la convivencia pacífica, del respeto recíproco, del diálogo y la comprensión. Por naturaleza, los jóvenes están abiertos a estas actitudes, pero precisamente la realidad social en la que crecen los puede llevar a pensar y actuar de manera contraria, incluso intolerante y violenta. Solo una sólida educación de sus conciencias los puede proteger de estos riesgos y hacerlos capaces de luchar siempre y solo contando con la fuerza de la verdad y el bien. Esta educación parte de la familia y se desarrolla en la escuela y en las demás experiencias formativas. Se trata esencialmente de ayudar a los niños, los muchachos, los adolescentes, a desarrollar una personalidad que combine un profundo sentido de justicia con el respeto del otro, con la capacidad de afrontar los conflictos sin prepotencia, con la fuerza interior de dar testimonio del bien también cuando supone sacrificio, con el perdón y la reconciliación. Así podrán llegar a ser hombres y mujeres verdaderamente pacíficos y constructores de paz”.

  “En esta labor educativa de las nuevas generaciones, una responsabilidad particular corresponde también a las comunidades religiosas. Todo itinerario de formación religiosa auténtica acompaña a la persona, desde su más tierna edad, a conocer a Dios, a amarlo y hacer su voluntad. Dios es amor, es justo y pacífico, y quien quiere honrarlo debe sobre todo comportarse como un hijo que sigue el ejemplo del padre. (…) Como Jesús nos ha demostrado con el testimonio de su vida, justicia y misericordia conviven en Dios perfectamente. (…) Jesús es un camino practicable, abierto a todos. Es el camino de la paz. La Virgen María hoy nos lo indica, nos muestra el Camino: ¡Sigámosla!”.
HML/                                                                      VIS 20120102 (1.080)

ANGELUS: OREMOS PARA QUE EL NUEVO AÑO SEA UN TIEMPO DE PAZ


CIUDAD DEL VATICANO, 1 ENERO 2012 (VIS).-Al terminar la celebración de la Santa Misa en la solemnidad de Santa María Madre de Dios, el Papa Benedicto XVI se asomó a la ventana de su estudio, en el Palacio Apostólico Vaticano, para rezar el Angelus con los fieles y peregrinos reunidos en la Plaza de San Pedro. Antes del rezo de la oración mariana, el Pontífice les dirigió unas palabras:

  (…) “El rostro de Dios (…) se ha revelado en Jesús: Él es la imagen visible del Dios invisible. Y ello gracias también a la Virgen María, cuyo mayor título celebramos hoy, aquel con el que participa de manera única en la historia de la salvación: ser Madre de Dios. En su seno el Hijo del Altísimo ha asumido nuestra carne, y podemos contemplar su gloria, sentir su presencia de ‘Dios-con-nosotros’”.

  “Iniciamos así el nuevo año 2012 fijando la mirada en el Rostro de Dios que se revela en el Niño de Belén, y en su Madre María, que ha acogido con humilde abandono el plan divino. Gracias a su generoso ‘sí’ ha aparecido en el mundo la luz verdadera que ilumina a todos los hombres, y se ha vuelto a abrir el camino de la paz”.

  (...) “Celebramos hoy la XLV Jornada Mundial de la Paz. En el mensaje que he dirigido (...) a los representantes de las naciones y a todos los hombres de buena voluntad, y que tiene como tema ‘Educar a los jóvenes a la justicia y la paz’, he querido subrayar la necesidad y la urgencia de ofrecer a las nuevas generaciones la educación adecuada para una formación integral de la persona, que incluya la dimensión moral y espiritual y (...) los valores de la justicia y la paz”.

  (...) “Invito a todos a tener la paciencia y la constancia de buscar la justicia y la paz, de cultivar el gusto por aquello que es recto y verdadero. La paz no es nunca un bien plenamente alcanzado, sino una meta a la que todos debemos aspirar y por la que todos debemos trabajar”.
 
 (…) “Recemos para que los responsables de las naciones renueven su disponibilidad y su esfuerzo por acoger y favorecer este anhelo irrenunciable de la humanidad. Confiemos estos deseos a la intercesión de la Madre del ‘Rey de la Paz’, para que el año que comienza sea un tiempo de esperanza y pacífica convivencia en el mundo entero”.

  Tras el Angelus, Benedicto XVI saludó a los peregrinos en diversos idiomas, agradeciendo los numerosos mensajes de felicitación que ha recibido durante estos días, y expresando su aprecio por las iniciativas de oración por la paz en la Jornada Mundial de hoy.
ANG/                                                                                      VIS 20210102 (450)

OTROS ACTOS PONTIFICIOS


CIUDAD DEL VATICANO, 1 ENE 2012 (VIS).-El Santo Padre nombró al rev. Jeffrey Steenson como primer Ordinario del Ordinariado personal de la Cátedra de San Pedro (The Chair of  Saint Peter), en el territorio de la Conferencia Episcopal de los Estados Unidos de América. Dicho Ordinariado personal fue instituido el día 1 de enero por la Congregación para la Doctrina de la Fe, según la norma de la Constitución Apostólica “Anglicanorum coetibus”.

  El pasado 31 de diciembre, el Santo Padre aceptó la renuncia al oficio de Auxiliar de la archidiócesis de Lublin (Polonia) presentada por el Obispo Ryszard Karpinski al haber alcanzado el límite de edad.
NA:RE/                                                       VIS 20120102 (110)
Copyright © VIS - Vatican Information Service