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El 'Vatican Information Service' (VIS) es un boletín informativo de la Oficina de Prensa Santa Sede. Transmite diariamente información sobre la actividad magisterial y pastoral del Santo Padre y de la Curia Romana... []

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jueves, 25 de mayo de 2006

UN ITINERARIO POR LAS HUELLAS DE JUAN PABLO II


CIUDAD DEL VATICANO, 25 MAY 2006 (VIS).-El Papa partió esta mañana a las 8,50 del aeropuerto romano de Fiumicino y tras más de dos horas de vuelo aterrizó en el aeropuerto internacional de Varsovia-Okecie. Dieron la bienvenida al Santo Padre el presidente de Polonia, Lech Kaczynski y su esposa, así como el primado de la Iglesia católica polaca, el cardenal Józef Glemp y el cardenal Stanislaw Dziwisz, arzobispo metropolitano de Cracovia.

  Después de escuchar las palabras del presidente de la República, Benedicto XVI afirmó en su discurso que había venido a Polonia "para seguir las huellas" del Siervo de Dios Juan Pablo II "a lo largo de su vida, desde la infancia hasta el momento en que partió hacia aquel memorable cónclave de 1978". El lema del viaje está tomado de la primera carta de San Pablo a los Corintios: "Estad firmes en la fe".

  El Papa puso de relieve que no se trataba simplemente "de un viaje sentimental", sino "de un itinerario de fe, inscrito en la misión" que le ha confiado el Señor "en la persona del apóstol Pedro".

  Recordando las etapas de su periplo polaco: Varsovia, Czestochowa, Wadowice, Kalwaria Zebrzydowska, Cracovia", dijo: "Al final iré a Auschwitz, donde espero encontrar sobre todo a los supervivientes de las víctimas del terror nazi, provenientes de diversas naciones, que han sufrido la trágica opresión. Todos rezaremos juntos para que las heridas del siglo pasado cicatricen con la medicina que el buen Dios nos indica al invitarnos al perdón recíproco, y nos ofrece en el misterio de su misericordia".

  En este contexto, durante el vuelo a Varsovia, el Papa había dicho a los periodistas que le acompañan en este viaje que lo sucedido en los campos de concentración de Auschwitz y Birkenau "fue algo tremendo".

  Benedicto XVI afirmó que visitará los campos "pensando en los muchos muertos que allí hubo y con la esperanza de aprender lo que no hay que hacer". También comentó que es un buen momento para pensar "cómo el hombre puede caer tan bajo y perder su dignidad pisoteando a los otros hombres".

  "Esperemos que desde allí nazca un nuevo sentido de humanismo y una visión del hombre a imagen de Dios y se evite que puedan ocurrir cosas similares en el futuro",  concluyó.

  Terminada la ceremonia de bienvenida, el Santo Padre se trasladó en papamóvil a la catedral de Varsovia, que está dedicada a San Juan, para participar en un encuentro con el clero.
PV-POLONIA/LLEGADA/VARSOVIA                VIS 20060526 (420)

SACERDOTES: PROMOTORES ENCUENTRO DEL HOMBRE CON DIOS


CIUDAD DEL VATICANO, 25 MAY 2006 (VIS).-A las 12,30, el Papa se encontró con los sacerdotes en la catedral de Varsovia, que está dedicada a San Juan.

  Al inicio de su discurso, el Santo Padre recordó al Siervo de Dios cardenal Stefan Wyszynski, conocido por los polacos como "el Primado del Milenio", que "abandonándose a Cristo y a su Madre -dijo-, supo servir fielmente a la Iglesia a pesar de la pruebas dolorosas y continuas".

  Tras exhortar a los presbíteros a creer "en la potencia del sacerdocio", Benedicto XVI dijo: "No nos dejemos llevar por la prisa, como si el tiempo dedicado a Cristo en silenciosa oración fuera un tiempo perdido. (...) No hay que desanimarse por el hecho de que la oración exija un esfuerzo, ni por la impresión de que Jesús no habla. El permanece en silencio, pero actúa".

  "En un mundo en el que hay tanto ruido, tanta desorientación, es necesaria la adoración silenciosa de Jesús escondido en la Hostia. Sed asiduos en la oración de adoración y enseñadla a los fieles. En ella encontrarán consuelo y luz, sobre todo las personas que sufren".

  El Santo Padre subrayó que "los fieles esperan solamente una cosa de los sacerdotes: que sean especialistas en la promoción del encuentro del hombre con Dios. Al sacerdote no se le pide que sea experto en economía, en construcción o en política. Se le pide que sea experto en la vida espiritual".

  "Frente a las tentaciones del relativismo o del permisivismo, no es ni mucho menos necesario que el sacerdote conozca todas las corrientes de pensamiento actuales y las que cambian; lo que los fieles esperan de él es que sea testigo de la sabiduría eterna, contenida en la Palabra revelada. La solicitud por la calidad de la oración personal y por una buena formación teológica obtiene frutos en la vida".

  Benedicto XVI señaló que "Cristo necesita sacerdotes que sean maduros, viriles, capaces de cultivar una auténtica paternidad espiritual".

  Tras recordar que Juan Pablo II, "con ocasión del Gran Jubileo exhortó varias veces a los cristianos a hacer penitencia de las infidelidades pasadas", dijo: "Es necesario aprender a vivir con sinceridad la penitencia cristiana. Practicándola, confesamos los pecados individuales en unión con los demás, ante ellos y ante Dios".

  "Conviene no erigirse con arrogancia en juez de las generaciones precedentes, que vivieron en otros tiempos y en otras circunstancias. Es necesaria una humildad sincera para no negar los pecados del pasado y no caer en fáciles acusaciones en ausencia de pruebas reales  o ignorando las diferentes circunstancias de la época", dijo. "Al pedir perdón por el mal hecho en el pasado, debemos recordar también el bien realizado con la ayuda de la gracia divina".

  El Santo Padre afirmó que la Iglesia en Polonia tenía que afrontar hoy un "gran desafío pastoral", el de "la plaga del desempleo", que obliga a muchos polacos a emigrar al extranjero, y dijo que la Iglesia "no puede permanecer indiferente".

  "Servid a todos, estad accesibles en las parroquias y en los confesionarios, acompañad a los nuevos movimientos y las asociaciones, sostened a las familias, no descuidéis a los jóvenes, acordaos de los pobres y de los abandonados", concluyó.

  Al final del encuentro, antes de dejar la catedral, el Papa rezó ante las tumbas de dos de los fallecidos primados de Polonia, los cardenales Stefan Wyszynski (1901-1981) y August Hlond (1881-1948).
PV-POLONIA/ENCUENTRO CLERO/VARSOVIA         VIS 20060526 (570)

CARIDAD Y FAMILIA: CLAVES DE COLABORACION ECUMENICA


CIUDAD DEL VATICANO, 25 MAY 2006 (VIS).-Benedicto XVI se desplazó esta tarde a las 17,30  al palacio presidencial de Varsovia para efectuar una visita de cortesía al presidente de la República Polaca, Lech Kaczynski, durante la cual saludó también al primer ministro y a los dos presidentes del parlamento polaco.

  Finalizado el encuentro, el Papa se trasladó a la iglesia luterana de la Santísima Trinidad, donde se encontró con los representantes de las siete iglesias reunidas en el Consejo Ecuménico Polaco, (PRE) (Evangélica-Luterana, Evangélica Metodista, Cristiana Baptista, Vetero Católica de los Mariavitas, Ortodoxa Autocéfala Polaca, Evangélica Reformada y Polaco-Católica). El PRE sostiene desde 1970 un diálogo teológico con la Iglesia Católica y se encontró con Juan Pablo II durante sus visitas pastorales a Polonia.

  En esta iglesia, sede de numerosos encuentros ecuménicos, Juan Pablo II presidió la oración por la unidad de los cristianos el 9 de junio de 1991.

  Benedicto XVI agradeció a los presentes la oportunidad de celebrar "un encuentro común de oración". "Veo en él -dijo- una de las etapas para realizar el firme propósito que sigo desde el principio de mi pontificado: considerar una prioridad de mi ministerio la restitución de la unidad visible y plena entre los cristianos".

  El  Papa se refirió después a la "responsabilidad" que comporta anunciar el mensaje de Cristo, que "debe llegar a todos los seres humanos gracias al compromiso de los que creen en El y que están llamados a dar testimonio. (...) Es tarea de los discípulos de Cristo, de cada uno de nosotros, el tender a una unidad que nos haga ser, como cristianos, signo visible de su mensaje salvífico".

  El Santo Padre recordó las palabras de Juan Pablo II en esa misma iglesia, cuando afirmó que la seriedad de la tarea de alcanzar la unidad "prohíbe cualquier precipitación o impaciencia, pero el deber de responder a la voluntad de Cristo exige que permanezcamos firmes en el camino hacia la paz y la unidad entre los cristianos".

  "Desde ese encuentro han cambiado muchas cosas y Dios nos ha permitido dar muchos pasos hacia la comprensión y el acercamiento recíprocos", observó Benedicto XVI, y citó en este contexto "la publicación de la encíclica "Ut unum sint", las concordancias cristológicas con las iglesias precalcedonias, la firma de la "Declaración común sobre la doctrina de la justificación", (...) la memoria ecuménica de los testigos de la fe en el siglo XX, la reanudación del diálogo católico ortodoxo en el ámbito mundial", además de las grandes iniciativas ecuménicas en Polonia.

  "Hay muchos progresos en el campo del ecumenismo -subrayó-, pero esperamos siempre más". El Papa mencionó en concreto dos cuestiones: el servicio caritativo de las Iglesias y la vida conyugal y familiar.

  "No podemos olvidar -dijo- la idea esencial que desde el principio constituyó el fundamento clave de la unión de los discípulos: "dentro de la unidad de los creyentes, no debe existir una tal forma de pobreza que alguno carezca de los bienes necesarios para una vida digna. Esta idea es siempre actual, (...) aceptar los retos caritativos contemporáneos depende en gran parte de nuestra colaboración recíproca. (...) Aprecio que en la comunidad de la Iglesia Católica y en las otras iglesias y comunidades eclesiales se difundan nuevas formas de actividad caritativa y hayan vuelto a aparecer algunas formas antiguas. Son formas que unen a menudo la evangelización y las obras de caridad. Parece que, a pesar de todas las diferencias que deben superarse en el ámbito del diálogo interconfesional, sea legítimo atribuir el compromiso caritativo a la comunidad ecuménica de los discípulos de Cristo en la búsqueda de la unidad plena. Todos podemos insertarnos en la colaboración a favor de los necesitados, utilizando esta red de relaciones recíprocas, fruto del diálogo entre nosotros y de la acción común".

  Respecto a la segunda cuestión, el Papa recordó que "entre las comunidades cristianas llamadas a dar testimonio del amor, la familia ocupa un puesto central. En el mundo de hoy, donde se multiplican las relaciones internacionales e interculturales, cada vez con más frecuencia, se deciden a fundar una familia jóvenes procedentes de diversas tradiciones, religiones y confesiones cristianas. Muchas veces (...) es una decisión difícil que comporta varios riesgos relacionados tanto con la perseverancia en la fe como con la construcción futura del orden familiar, como con la creación de un clima de unidad en la familia. (...) Sin embargo, gracias a la difusión a una escala más amplia del diálogo ecuménico, esa decisión puede dar origen a un laboratorio práctico de la unidad".

  El Santo Padre expresó su aprecio a la Comisión Bilateral del Consejo para las cuestiones del ecumenismo de la Conferencia Episcopal Polaca y del Consejo Ecuménico Polaco, que están elaborando un documento donde se presenta "la doctrina común cristiana sobre el matrimonio y la familia y se establecen principios, aceptables para todos, para contraer matrimonios interconfesionales, indicando un programa común para la pastoral de esos matrimonios".
PV-POLONIA/ENCUENTRO ECUMENICO/VARSOVIA    VIS 20060526 (790)

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