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El 'Vatican Information Service' (VIS) es un boletín informativo de la Oficina de Prensa Santa Sede. Transmite diariamente información sobre la actividad magisterial y pastoral del Santo Padre y de la Curia Romana... []

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miércoles, 23 de abril de 2003

VIERNES SANTO: CONFESIONES, PASION DEL SEÑOR Y VIA CRUCIS


CIUDAD DEL VATICANO, 18 ABR 2003 (VIS) - Como es habitual, hoy Viernes Santo, Juan Pablo II confesó en la basílica de San Pedro a algunos fieles, presidió la celebración de la Pasión del Señor y por la noche presidió también el Via Crucis en el Coliseo.

Hacia mediodía, el Papa confesó en la basílica de San Pedro a diez personas de diversas nacionalidades y saludó después a los numerosos fieles presentes que se encontraban a esa hora en la basílica vaticana.

A las 17,00 presidió la celebración de la Pasión del Señor, durante la cual el padre Raniero Cantalamessa, O.F.M.Cap., predicador de la Casa Pontificia, pronunció la homilía. La liturgia prosiguió con las oraciones de los fieles, la adoración de la Santa Cruz y la Santa Comunión.

Poco después de las 21,15 comenzó el Via Crucis en el Coliseo. El Papa, sentado en una silla en la colina Palatina que domina el monumento, presidió la celebración en la que participaron unas 30.000 personas. Este año las meditaciones del Via Crucis han sido escritas por el Santo Padre con motivo del 25 aniversario de su pontificado.

Durante las 13 primeras estaciones llevó la cruz el cardenal Camillo Ruini, vicario de Roma, y a continuación fieles de Colombia, Liberia, Sierra Leona, Egipto, Tierra Santa, Italia e Irak. Juan Pablo II sostuvo la cruz durante la decimocuarta y última estación.

Al final, en vez de leer un texto ya preparado, el Santo Padre dirigió a la multitud unas palabras improvisadas. "'Ecce lignum crucis in quo salus mundi pependit... Venite adoremus'. Hemos oído esta palabra -dijo- en la liturgia de hoy: he aquí el madero de la cruz. Es la palabra clave del Viernes Santo. (...) Pasado mañana cantaremos: 'Surrexit de sepulchro... qui pro nobis pependit in ligno'".

"Deseo que todos vivamos este triduo pascual en profundidad. Estamos aquí, como todos los años, alrededor del Coliseo. Es un símbolo. (...) Es difícil encontrar otro lugar donde el Misterio de la Cruz hable con mayor elocuencia que aquí, ante este Coliseo".

En el texto que tenía preparado, el Papa escribe: "¡Cu ntos hermanos nuestros están viviendo en sus carnes el drama del Calvario! ¡Qué numerosos son los 'vía crucis' olvidados! Pienso en las trágicas imágenes de violencia, de guerras y de conflictos que diariamente nos llegan de tantos lugares; en la angustia y el dolor de personas y pueblos de todos los continentes; en la muerte por hambre y en las penurias de miles de adultos y niños inocentes; en las afrentas a la dignidad humana, por desgracia perpetradas a veces en nombre de Dios. ¿Podemos permanecer indiferentes ante este lancinante grito de dolor que se eleva desde tantas partes del planeta?".

"Cuando los seres humanos callan impotentes ante estas inquietantes preguntas, la respuesta viene de la fe. Es una respuesta que se encuentra en el evento mismo que hoy conmemoramos: la muerte de Cristo. (...) La victoria definitiva no es de la muerte. La última palabra es de Dios, que resucitar el tercer día, el Hijo unigénito inmolado por nosotros".

JPII-SEMANA SANTA;VIERNES SANTO;...;...;VIS;20030423;500;

OTROS ACTOS PONTIFICIOS


CIUDAD DEL VATICANO, 17 ABR 2003 (VIS) - El Santo Padre nombró:

- Obispo Jerzy Mazur, S.V.D, hasta ahora de San José en Irkutsk (Federación Rusa), obispo de Elk (superficie 11.000, población 470.000, católicos 440.000, sacerdotes 297, religiosos 176) en Polonia.

- Obispo Cyril Klimowicz, hasta ahora auxiliar de Minsk-Mohilev (Bielorrusia), obispo de San José en Irkutsk (superficie 9.960.000, población 15.500.000, católicos 49.000, sacerdotes 42, religiosos 80) en la Federación Rusa.

NER;...;...;MAZUR; KLIMOWICZ;VIS;20030423;70;

JUEVES SANTO: MISAS DEL CRISMA Y EN LA CENA DEL SEÑOR


CIUDAD DEL VATICANO, 17 ABR 2003 (VIS) - A las 9,30 de hoy, Jueves Santo, Juan Pablo II presidió en la basílica vaticana la misa del Crisma. Concelebraron los cardenales, obispos y presbíteros presentes en Roma. Tras la renovación de las promesas sacerdotales se bendijeron los óleos de los catecúmenos, de los enfermos y el crisma.

En la homilía, el Papa afirmó que cada vez que se celebra la Eucaristía "se hace presente y eficaz el misterio de Cristo único y sumo Sacerdote de la nueva y eterna alianza".

El Santo Padre exhortó a los sacerdotes a que "no se pierda el entusiasmo espiritual de la ordenación presbiteral". Y al resto de los fieles pidió que rezasen por los sacerdotes "para que distribuyan con atención los dones de la gracia divina, de modo especial de la misericordia de Dios en el sacramento de la Confesión y del Pan de vida en la Eucaristía, memorial vivo de la muerte y resurrección de Cristo".

"Para subrayar la actualidad del gran memorial de la redención, en la misa 'in Cena Domini' -terminó- firmaré la Encíclica 'Ecclesia de Eucharistia', que he querido dirigir de modo especial a vosotros, queridos sacerdotes, en lugar de la habitual carta del Jueves Santo. Acogedla como un don particular con ocasión del 25 aniversario de mi ministerio petrino y dadla a conocer a las almas confiadas a vuestros cuidados pastorales".

A las 17,30, Juan Pablo II presidió en la basílica de San Pedro la concelebración eucarística en la Cena del Señor, durante la que firmó la Encíclica "Ecclesia de Eucharistia". En el momento previsto, los cardenales Ratzinger y Sodano lavaron los pies de 12 sacerdotes. Durante la presentación de los dones, el Santo Padre recibió una oferta que será enviada a las poblaciones afectadas por la guerra en Irak.

El Papa puso de relieve que "el lavatorio de los pies y el sacramento de la Eucaristía son dos manifestaciones de un mismo misterio de amor confiado a los discípulos: 'para que -dice Jesús- también vosotros hagáis como yo he hecho con vosotros'".

"¡La Eucaristía -exclamó- es un misterio verdaderamente grande! ¡Es un Misterio 'incomprensible' para la razón humana, pero muy luminoso para los ojos de la fe! La Mesa del Señor en la sencillez de los símbolos eucarísticos -el pan y el vino compartidos- se revela también como mesa de la fraternidad concreta. El mensaje que proviene de ésta es demasiado claro para que pueda ser ignorado: cuantos participan en la celebración eucarística no pueden permanecer insensibles frente a las necesidades de los pobres y de los necesitados".

"En este contexto -continuó el Santo Padre- deseo que el dinero recaudado en esta celebración se destine para aliviar las urgentes necesidades de los que sufren en Irak por las consecuencias de la guerra. Un corazón que ha experimentado el amor del Señor se abre espontáneamente a la caridad para con los hermanos".

Juan Pablo II concluyó afirmando que la Eucaristía "es un gran don para la Iglesia y para el mundo. Precisamente para que se reserve una mayor atención al sacramento de la Eucaristía, he querido ofrecer a toda la comunidad de los creyentes una Encíclica, cuyo tema central es el Misterio eucarístico".

JPII-SEMANA SANTA;JUEVES SANTO;...;...;VIS;20030423;500;

MENSAJE PASCUAL DEL PAPA: SUPLICA DE PAZ


CIUDAD DEL VATICANO, 20 ABR 2003 (VIS) - En presencia de decenas de miles de fieles, en la Plaza de San Pedro, Juan Pablo II celebró hoy su XXV Misa de Pascua en el día de la Resurrección. Al final de la misa, el Papa pronunció su anual Mensaje de Pascua, impartió la bendición "Urbi et Orbi" (A la ciudad y al mundo), y saludó y bendijo a los fieles en 62 idiomas.

54 países y 80 emisoras de televisión transmitieron la ceremonia de esta mañana, haciendo posible para los fieles de todo el mundo asistir a los actos de la Plaza de San Pedro. Las flores, plantas y rboles que decoraban la plaza, muchas con los colores del Vaticano, amarillo y blanco, fueron ofrecidas, como ocurre desde hace 18 años, por las floristerías holandesas. Los camiones que transportaban la decoración vegetal, reservada por Holanda desde octubre, llegaron al Vaticano entre el Jueves Santo y el Sábado Santo. El Papa tuvo palabras de agradecimiento para los floristas holandeses. Siguen extractos del Mensaje Pascual del Santo Padre:

"Ha resucitado del sepulcro el Señor, que por nosotros fue colgado de la cruz. ¡Aleluya!".

"Este anuncio es el fundamento de la esperanza de la humanidad. En efecto, si Cristo no hubiera resucitado, no sólo sería vana nuestra fe, sino también nuestra esperanza, porque el mal y la muerte nos tendrían a todos como rehenes".

"'¡Paz a vosotros!'. Este es el primer saludo del Resucitado a sus discípulos; saludo que hoy repite al mundo entero. ¡Oh Buena Noticia tan esperada y deseada! ¡Oh anuncio consolador para quien está oprimido bajo el peso del pecado y de sus múltiples estructuras! Para todos, especialmente para los pequeños y los pobres, proclamamos hoy la esperanza de la paz, de la paz verdadera, basada en los sólidos pilares del amor y de la justicia, de la verdad y de la libertad".

"'Pacem en terris....'. La paz en la tierra, suprema aspiración de toda la humanidad a través de la historia, es indudable que no puede establecerse ni consolidarse si no se respeta fielmente el orden establecido por Dios'. Con estas palabras comienza la histórica Encíclica, con la cual hace cuarenta años el beato Papa Juan XXIII indicó al mundo el camino de la paz. Son palabras actuales como nunca al alba del tercer milenio, tristemente oscurecido por violencias y conflictos".

"¡Paz en Irak! Que con la ayuda de la Comunidad internacional, los Iraquíes se conviertan en protagonistas de una reconstrucción solidaria de su País. Paz en las otras regiones del mundo, donde guerras olvidadas y conflictos solapados provocan muertos y heridos entre el silencio y el olvido de no poca parte de la opinión pública. Con profunda tristeza pienso en las huellas de violencia y de sangre que no parecen tener fin en Tierra Santa. Pienso en la tr gica situación de no pocos Países del Continente africano, que no puede ser abandonado a su suerte. Tengo bien presentes los focos de tensión y los atentados a la libertad del hombre en el C ucaso, en Asia y en América Latina, regiones del mundo queridas igualmente por mí".

"Que se trunque la cadena del odio que amenaza el desarrollo ordenado de la familia humana. Que Dios nos conceda ser liberados del peligro de un dram tico choque entre las culturas y las religiones. Que la fe y el amor a Dios hagan a los creyentes de cada religión valientes artífices de comprensión y perdón, pacientes constructores de un provechoso diálogo interreligioso, que inaugure una era nueva de justicia y de paz".

"Aunque parezca muy oscuro el horizonte de la humanidad, hoy celebramos el triunfo esplendoroso de la alegría pascual. Si un viento contrario obstaculiza el camino de los pueblos, si se hace borrascoso el mar de la historia, ¡que nadie ceda al desaliento y a la desconfianza! Cristo ha resucitado; Cristo está vivo entre nosotros; realmente presente en el sacramento de la Eucaristía, El se ofrece como Pan de salvación, como Pan de los pobres, como Alimento de los peregrinos".

JPII-PASCUA;MENSAJE; URBI ET ORBIVIS 20030423 (680);..

SABADO SANTO: BAUTISMO Y CONFIRMACION DE SIETE CATECUMENOS


CIUDAD DEL VATICANO, 19 ABR 2003 (VIS) - A las 20,00 de hoy, el Papa presidió en la basílica de San Pedro la solemne Vigilia de la Noche Santa de Pascua, durante la cual administró el Bautismo, la Confirmación y la Eucaristía a siete catecúmenos procedentes de Estados Unidos, Italia, Nigeria, Burkina Faso, Túnez, Burundi y Japón.

La Vigilia comenzó en el atrio de la basílica. Allí el Santo Padre bendijo el fuego nuevo y encendió el cirio pascual. Tras la procesión hacia el altar con el cirio y el canto del Exultet tuvo lugar la Liturgia de la Palabra, la Liturgia Bautismal y la Liturgia Eucarística.

En la homilía, el Papa habló del relato de las mujeres que van al sepulcro donde había sido colocado el cuerpo de Jesús pero al llegar no lo encuentran porque ha resucitado. "Esta desconcertante noticia -dijo-, destinada a cambiar el rumbo de la historia, desde entonces sigue resonando de generación en generación: anuncio antiguo y siempre nuevo. Ha resonado una vez más en esta Vigilia pascual, madre de todas las vigilias, y se está difundiendo en estas horas por toda la tierra".

"¡Oh sublime misterio de esta Noche Santa! Noche en la cual revivimos ¡el extraordinario acontecimiento de la Resurrección! Si Cristo hubiera quedado prisionero del sepulcro, la humanidad y toda la creación, en cierto modo, habrían perdido su sentido. Pero Tú, Cristo, ¡has resucitado verdaderamente!", exclamó.

Tras recordar que con el sacramento del Bautismo "se entra a formar parte del pueblo de los redimidos", el Santo Padre se dirigió a los siete catecúmenos que iban a recibir los Sacramentos de la iniciación cristiana: el Bautismo, la Confirmación y la Eucaristía. "Entráis así en la Casa del Señor -dijo-, sois consagrados con el óleo de la alegría y podéis alimentaros con el Pan del cielo. Sostenidos por la fuerza del Espíritu Santo, perseverad en vuestra fidelidad a Cristo y proclamad con valentía su Evangelio".

JPII-SEMANA SANTA;SABADO SANTO;...;...;VIS;20030423;330;

TELEGRAMA POR LA MUERTE DEL CARDENAL AURELIO SABATTANI


CIUDAD DEL VATICANO, 19 ABR 2003 (VIS) - Sigue el telegrama enviado por Juan Pablo II a Teresa Sabattani, hermana del cardenal Aurelio Sabattani, fallecido esta mañana en su hogar de la Ciudad del Vaticano, a los 90 años. El cardenal era prefecto emérito del Tribunal Supremo de la Signatura Apostólica, arcipreste emérito de la Basílica Vaticana y vicario general emérito para la Ciudad del Vaticano:

"Al recibir la triste noticia de la desaparición de su querido hermano, el cardenal Aurelio Sabattani, quiero expresarle, al igual que a sus familiares, mi viva participación en el luto que afecta a cuantos conocieron y estimaron al llorado difunto, insigne jurista, durante tantos años fiel colaborador de la Santa Sede, en particular en el Tribunal Supremo de la Signatura Apostólica y como arcipreste de la Basílica Patriarcal de San Pedro, dando en todos los lugares testimonio de fervorosa entrega sacerdotal y de fidelidad al Evangelio. Mientras elevo fervientes oraciones al Señor Jesús para que por intercesión de la Virgen María conceda al difunto cardenal el premio eterno prometido a sus fieles discípulos, imparto de todo corazón a Ud. y a cuantos lloran su desaparición una consoladora y especial bendición apostólica".

TGR;MUERTE SABATTANI;...;...;VIS;20030423;200;

CIUDAD DEL VATICANO, 21 ABR 2003 (VIS) - Juan Pablo II se asomó esta mañana a la ventana de su estudio que da a la Plaza de San Pedro y dedicó unas breves palabras a los fieles allí reunidos. Después rezó el Regina Coeli, la oración que sustituye al Angelus durante el período pascual.

"El lunes de Pascua -dijo el Papa- se llama 'Lunes del Angel', en recuerdo de cuanto sucedió al alba del primer día después del sábado. Fue un ngel, efectivamente, quien animó a las mujeres que habían ido al sepulcro y estaban confusas y preocupadas al verá la tumba vacía. 'No os asustéis', les dijo. 'Ha resucitado, no está aquí'. Y agregó: 'Id ahora' a dar la noticia a los apóstoles".

"También para nosotros -prosiguió- las palabras del ngel, que volvemos siempre a escuchar con emoción, tienen una gran valor. Si Cristo, efectivamente, ha resucitado todo cambia y la vida y la historia adquieren un sentido nuevo".

"Con sencillez y claridad -concluyó- Pedro afirma (ante la multitud en Jerusalén) que el Crucificado está vivo, ha resucitado y 'todos somos testigos'. Desde entonces la Iglesia no ha cesado de proclamar esta 'buena nueva'. Es urgente que todos los hombres conozcan y encuentren a Cristo, crucificado y resucitado, y que se dejen conquistar por El. El abre el corazón de cuantos lo acogen a la alegría verdadera que hace que la existencia humana sea nueva, bella y rica de esperanza".

ANG;LUNES DE PASCUA;...;...;VIS;20030423;250;

PASCUA: CRISTO VENCE AL PECADO, AL MAL Y A LA MUERTE


CIUDAD DEL VATICANO, 23 ABR 2003 (VIS) - Juan Pablo II dedicó la catequesis de la audiencia general de los miércoles, en la Plaza de San Pedro, a la Octava de Pascua, los días que siguen al Domingo de Resurrección, cuando la Iglesia proclama con gran alegría cantos de alabanza y de acción de gracias que Cristo, mediante su muerte y resurrección, "ha liberado al ser humano de la esclavitud del mal y del pecado".

El Papa recordó que "después de la resurrección, Jesús se apareció a los discípulos muchas veces" y que especialmente "San Juan Evangelista, resalta las primeras palabras que el Maestro resucitado dirigió a sus discípulos. 'La paz con vosotros'(...) esta expresión, 'la paz con vosotros', en hebreo 'shalom', contiene y sintetiza, de alguna manera, todo el mensaje pascual".

"La paz nace de una renovación profunda del corazón humano -explicó el Santo Padre-. No es solamente el resultado del esfuerzo humano, ni tampoco se puede alcanzar gracias a los acuerdos entre las personas y las instituciones. Es, más bien, un don que hay que acoger con generosidad, que hay que custodiar con cuidado, y hacer fructificar con madurez y responsabilidad. Por muy difíciles que sean las situaciones y por fuertes que sean las tensiones y conflictos, nada puede resistir a la renovación del Cristo resucitado. El es nuestra paz".
Juan Pablo II dijo que la Octava de Pascua acaba el próximo domingo, el domingo de la Misericordia Divina. "Muriendo en la Cruz -subrayó- Cristo nos ha reconciliado con Dios y ha sentado las bases para la convivencia fraterna de todos en el mundo (...). La sangre del Redentor ha lavado nuestros pecados. Hemos experimentado así la potencia renovadora de su perdón. La misericordia divina abre el corazón para el perdón de nuestros hermanos y con el perdón ofrecido y recibido se construye la paz en las familias y en cualquier otro ambiente de vida".

AG;OCTAVA DE PASCUA; PAZ;...;...;VIS;20030423;330;
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